La temporada de las naranjas, comienza en el mes de noviembre y suele finalizar en los días previos al verano, en el mes de junio.

Estas fechas no son exactas y pueden variar en función del año.

Durante la temporada de las naranjas, podemos encontrar diferentes variedades según los meses.

¿Cuándo se recolecta la naranja?

El tiempo de recolección depende de muchos factores como la variedad de naranja, el clima o la zona. Otro factor, son las prioridades del propio recolector y de lo que quiera hacer con la fruta en cuestión: dependiendo de si desea venderla directamente o almacenarla deberá seleccionar un momento u otro de recolección.

La prioridad que siempre hay que buscar, es que el sabor de la fruta sea perfecto.

Un factor por el que nos podemos guiar es  el color, aunque este dato puede no ser fiable para decidir el momento de la recolecta de la naranja. A veces, la fruta tiene un color intenso y agradable a la vista pero eso no significa que esté madura. La naranja cambia del verde a varios tonos de naranja muy similares.

Un dato fiable para saber cuándo recolectar la naranja es el sabor. Las naranjas no maduran una vez recogidas. La única manera de conocer al 100% de que la fruta tiene el punto de sabor óptimo es coger una naranja del árbol, y probarla. De esta manera se puede decidir si recolectar en ese momento o esperar un poco más.

Puntos clave para una buena recolecta de naranjas.

No se deben recoger los frutos mojados o húmedos. En la recolecta de naranja, es importante que la fruta este seca. Si está húmeda, la piel absorbe demasiada agua y, ante cualquier manipulación o roce se rompe con facilidad.

Las naranjas se cortan de la rama que las sujeta al ras del fruto utilizando unas tijeras o alicates especiales para cítricos.

Aunque la recolección a tirón es muy habitual, supone una rotura en los tejidos del albedo, que están próximos al pedúnculo. Esto se convierte en el punto débil de la naranja y en un foco de podredumbre y de aparición de hongos. Por otro lado, si en el tirón arrancamos parte leñosa de la rama, se deberá cortar después durante la selección de la fruta.

No se deben recoger naranjas del suelo. Los frutos del suelo, han sufrido el impacto de la caída, por lo que estarán dañados. Tampoco se debe recolectar la naranja afectada por algún tipo de podredumbre, y con signos evidentes de ataques de insectos. Se recomienda inspeccionar bien la fruta en el árbol y observar posibles manchas, moho y hongos antes de recolectarla.

Se debe evitar dar golpes a las naranjas durante el proceso de recogida. Tirar las naranjas  desde el árbol a las cajas de recolección o volcar éstas sin cuidado puede provocar que las naranjas se dañen, pierdan líquido y acaben pudriéndose. También en su transporte y almacenaje se debe ser cuidadoso.

No deben recolectarse frutos pequeños. Para garantizar su calidad y sabor, las naranjas deben tener un tamaño y peso mínimo. Todo depende de la variedad pero, debe apostarse por frutas con un buen tamaño.

Todos estos consejos darán como resultado una muy buena recolección y un excelente fruto para nuestras exprimidoras industriales!​